La mujer desconectó a su hijo de la máquina de respiración artificial y fue vista por dos testigos. Incluso agredió a uno de ellos que quiso ayudar al joven.
Sonia del Carmen Paillao Calfucura se encuentra en prisión preventiva imputada de asesinar a su hijo, Marco Antonio Cantillana Paillao, de 28 años y quien llevaba más de seis años tetrapléjico tras ser baleado por dos sujetos en diciembre de 2018, el mismo día de su cumpleaños.
La mujer está acusada de matar al joven el pasado jueves 16 de enero, cuando este llevaba solo un par de horas en su casa tras estar al cuidado de una amiga, a quien conoció en el hospital.
Sin embargo, y en un acto racionalmente inexplicable, la mujer acabó con la vida de su hijo y fue vista por dos personas, quienes le entregaron declaraciones a la PDI, que terminó siendo clave en la detención de la Paillao.
El joven de 28 años falleció el jueves 16 de enero en su domicilio ubicado en La Pintana, y de inmediato su madre apareció como responsable de la muerte, ya que dos testigos afirman que la vieron desconectar la máquina de respiración artificial.
En la audiencia, la fiscal de flagrancia Paulina Sepúlveda, expuso que la detención de la mujer de 51 años se materializó transcurridas solo un par de horas desde el crimen.
En el lugar se hizo presente la Brigada de Homicidio de la PDI y un hombre afirmó que pasadas las 23:00 horas, vio a la mujer caminando hacia su casa acompañada de un sujeto que él no conocía. Como la vio llorando quiso averiguar qué le ocurría y ante la pregunta la mujer le dio una inquietante respuesta.
"Estoy cansada, no doy más. No soy capaz de seguir cuidándolo, quiero que descanse. Estoy aburrida de cuidarlo, porque no puedo hacer mi vida tranquila", habría afirmado la mujer según el testigo y publicó BBCL Investiga.
De hecho, el hombre agregó que Sonia entró al domicilio y él quedó atento. "En ese momento abrió el ventanal de la pieza de su hijo Marquito... Se acercó a él, le dio un beso en la frente y luego se recostó en su pecho a llorar. Hizo algo con las máquinas, las que le ayudaban a respirar, comenzando a sonar un pito como de alerta".
El testigo afirmó que al ver esta situación intentó ayudar al joven y entró a la casa, sin embargo, fue detenido por la mujer. "Sonia me agarró de la polera y me sacó para fuera de la casa. Me pegó un charchazo en la espalda y me dijo que no entre".
Tras su detención y posterior formalización, la mujer quedó en prisión preventiva y se fijó un plazo de investigación de 180 días.