Uno de los denunciantes del caso Karadima criticó la forma en cómo el Gobierno se ha desenvuelto con las manifestaciones y afirmó que es “la ciudadanía la que tiene que tomar las decisiones".
James Hamilton es uno de las caras más visibles respecto a la defensa de los derechos de las personas vulneradas. La experiencia en el caso Karadima, donde fue uno de los principales denunciantes, le ha valido posicionarse como una voz autorizada para revelar casos de abusos.
En entrevista con radio Bio Bio, el médico y fundador de la Fundación Para la Confianza, abordó los sucesos de violencia ocurridos la última semana lamentando, principalmente, los hechos de represión por parte de la policía y el Ejército.
“La población civil estuvo indefensa frente a un excesivo uso de la fuerza que provocó lo más dramático que nos pudo haber pasado, que son muertes de personas, familiares de alguien. Eso es una tragedia humana (…) esto no es un levantamiento social armado ni violento, habla de los rezagos de la dictadura, de gente que vive en otro planeta y que trata a su pueblo como niños que hay que darles órdenes de lo que tienen que hacer", aseguró.
Lee también: INDH: 3.193 han sido detenidos en protestas y 2 personas continúan desaparecidasY agregó que "eso nos pasó a nosotros cuando tuvimos que enfrentar a la Iglesia, también al Estado, logramos iniciar juicios, enfrentamos al poder económico, a los medios… solos”.
James Hamilton, además, indicó cuáles son las prioridades que se deben abordar para superar la crisis. “La ciudadanía tiene que tomar las decisiones, tienen que haber medios democráticos con los que la ciudadanía sea escuchada para fundar una nueva constitución… El presidente Piñera se juega ser el presidente más nefasto de la historia de Chile o el que fue el impulsor de la nueva Constitución por el nuevo Chile que renace”.
Lee también: INDH anuncia querella contra Carabineros de Arica por caso de violencia sexual hacia periodistasSobre la marcha del día viernes 25, calificada como “La más grande de Chile”, el médico considera que “es gente joven, veo gente con fuerza, creativa, muchos de ellos eran probablemente los pingüinos del 2006 y qué pasó, muchos de ellos terminaron sus carreras y quedaron encadenados con sus créditos. Ellos son jóvenes, profesionales que tienen que volar, el Estado tienen que preocuparse de que vuelen para hagan desarrollo, ciencias, creatividad (…)"
Y cerró diciendo: "Lo que hace Chile es amputar la creatividad de la gente joven, que son la gente que va a mantener a todos nosotros que seremos viejos que tengamos el sistema que tengamos, vamos a depender de la fuerza de trabajo. Esos son ellos y los estamos descuidando".