Madeley Aduviry fue asesinada al interior de la casa de sus padres ubicada en la toma La Pampa de Alto Hospicio. La PDI logró la detención del único sospechoso, quien vivía a dos casas de distancia.
Desde el pasado 1 de marzo, la
Policía de Investigaciones (PDI) y el
Equipo del Crimen Organizado (ECOH) de la
Región de Tarapacá está investigando el homicidio de
Madeley Aduviry Córdova, de nacionalidad boliviana, en la comuna de
Alto Hospicio.
A casi una semana del hecho,
Jhuly Córdova, madre de la víctima,
describió a su hija como una persona "especial". Le
gustaba la literatura, era fanática del fútbol y "amante de los animalitos".
"En el tiempo que estuvo acá con nosotros en las vacaciones, que fueron dos meses, rescató tres gatitos de la calle", señaló Córdova en entrevista con
LUN. Además, señaló que la joven
"era tranquila, inteligente y muy aplicada en los estudios".
"
El único pecado de mi hija es que era bonita. Era bonita y le gustaba arreglarse. Se pintaba los labios rojos y se veía estupenda. Ese fue su pecado. Eso no se lo perdonaron", relató la mamá.
En tanto que Brandon, su hermano, lamentó que con ella "estaban mis papás o estaba yo, pero Madeley
nunca estaba sola. Ni en Cochabamba ni en Alto Hospicio, ni en ninguna parte. Salvo ese día, que fue justo el día después de que me fui a Bolivia".
Unas vacaciones que terminaron en asesinato
Oriundos de Cochabamba,
Bolivia, los padres de Madeley decidieron hace dos años y medio radicarse solos en
Alto Hospicio, con el objetivo de aportar económicamente a sus hijos que estaban en la universidad.
La hija mayor del matrimonio estudia
Bioquímica y el que le sigue cursa tercer año de
Medicina, mientras que Madeley, de 18 años,
quería ser psiquiatra. Sin embargo, su sueño fue truncado el viernes 1 de marzo de 2024.
Desde principios de enero, la joven asesinada
se encontraba de visita en la casa de sus padres, ubicada en la
toma La Pampa, aprovechando el periodo de vacaciones.
Aquella mañana, los padres de Madeley salieron a trabajar como de costumbre, mientras
ella estaba durmiendo en una de las habitaciones.
Cerca del mediodía, su padre intentó comunicarse en reiteradas ocasiones con ella por teléfono. Sin embargo, no hubo caso que le respondiera. Jhuly fue la primera en llegar a la casa,
encontrándose con la escena de su hija muerta en su cama.
La joven de 18 años
presentaba claras muestras de haber sido atacada por terceras personas, por lo que la PDI inició un rápido empadronamiento en el sector.
Único detenido por crimen quedó en prisión preventiva
A dos casas de distancia, el personal policial
entrevistó a un ciudadano de nacionalidad paraguaya, quien tenía heridas en su cara. Le preguntaron a qué se deben las lesiones y aseguró que ocurrieron durante una riña en Iquique la noche anterior.
Sin embargo, dichas heridas no parecían golpes de puño sino que
arañazos de alguien que intentaba defenderse.
"Yo lo ubicaba perfectamente, era un tipo muy desagradable", contó la madre de Madeley, quien reveló conflictos anteriores con el sujeto debido a su comportamiento.
"
Encontraba que se tomaba una confianza que no correspondía, que hacía avanzadas conmigo. Mi marido tuvo que enfrentarlo en una oportunidad para que no siguiera molestándome", detalló.
El individuo fue formalizado el pasado miércoles por el
Tribunal de Garantía de Iquique, donde la fiscal
Camila Albarracín leyó un informe del Servicio Médico Legal que incluyó una prueba clave.
En una de las uñas de Madeley, se encontraron rastros genéticos correspondientes al imputado. Ante esto,
el hombre quedó con prisión preventiva por el delito de
violación con femicidio.