Si bien en 2007 se creía que con el formato de cuatro letras y dos dígitos las posibilidades se acabarían en 2045, hoy se sabe que el ritmo de la venta de vehículos se ha acelerado, por lo que dicha estimación se podría agotar 14 años antes. ¿Qué proponen los expertos? Acá te contamos.
En 2007, cuando la economía chilena experimentaba las primeras consecuencias de la llamada “crisis subprime” originada en Estados Unidos, la industria automotriz vendía poco más de 227 mil vehículos al año, un récord para la época.
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El auge de este negocio dio paso a que el Registro Civil implementara un nuevo formato de placas patentes únicas (PPU), dado que las de dos letras y cuatro dígitos, que existían desde 1985, podían agotarse en cualquier momento.
Para solucionar este problema, el organismo público estableció que se harían nuevas combinaciones, esta vez de cuatro letras y dos dígitos. Este esquema, además, fue precavido: consideró 18 consonantes y dejó fuera las vocales, con el objetivo de que no se formaran palabras.
Esta nueva fórmula permitiría realizar 9.447.840 nuevas combinaciones, que serían suficientes para los siguientes 38 años, es decir, hasta el 2045, siempre y cuando la industria automotriz siguiera vendiendo 250 mil vehículos anuales, como era el ritmo hasta ese entonces.
Sin embargo, las mejores en la economía nacional y el surgimiento del fallido Transantiago -que obligó a muchas familias a comprar un automóvil propio-, generaron una inesperada alza en la venta de vehículos, que incluso se mantiene hasta la actualidad.
La demanda por autos superó cualquier pronóstico. Según cifras publicadas por El Mercurio, en la última década el mercado automotriz vendió más de 300 mil unidades al año y alcanzó su récord en 2018, que se comercializaron 417.038 vehículos en todo Chile.
Actualmente, las placas patentes que se están asignando a los vehículos nuevos comienzan con la letra L. Esto indica que en 2019, a 12 años de creada la fórmula, , es decir, 4.712.580 series de PPU.
Por lo tanto, las posibilidades con este nuevo formato se acabarían en 2031, 14 años antes de lo proyectado por las autoridades de la época.
La gran interrogante es qué mecanismo va a utilizar Chile para identificar los vehículos nuevos cuando se llegue a esa fecha. Incluso, algunos se preguntan qué va a pasar en el futuro si se acelera el ritmo de crecimiento de la industria automotriz.
“Es muy probable que en los próximos años la venta de vehículos continúe al ritmo del año pasado. La baja de los precios de los autos nuevos y el mayor acceso a créditos ha permitido que más personas puedan acceder a un vehículo. Es un fenómeno que la industria viene percibiendo por lo menos en los últimos siete años”, señala Juan José Santa Cruz, gerente general de EstoySeguro.cl.
Así, si consideramos que las ventas de autos livianos y medianos estarán en torno a las 400 mil unidades, es posible creer que la disponibilidad serial se aminore.
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Si bien es cierto que todavía están disponibles las letras N, P, R, S, T, V, X, Y y Z, los expertos creen que sería razonable adoptar en el corto plazo los modelos que se ocupan en países europeos, como Alemania o Inglaterra, con patentes de tres letras y tres números.
De esa forma, se podrían ampliar las combinaciones en alrededor de 30 años más. “Es una solución, pero en lo inmediato, no definitiva. Por eso es importante reformular el tamaño de las placas patentes, con el fin de entregar una alternativa al largo plazo, que, por ejemplo, distinga los vehículos catalíticos de los que ecológicos”, añade Juan José Santa Cruz.