El gobierno promulgó durante el pasado 1 de septiembre una modificación a la Ley de Tránsito que adiciona algunas medidas de seguridad que plantean la posibilidad de evitar o al menos dificultar el robo de vehículos y accesorios, como los tan cotizados espejos. Y la normativa también levantó la responsabilidad a las concesionarias al momento de vender automóviles nuevos.