Michele Goodwin, profesora de Derecho en la Universidad de California y autora del libro Vigilando el útero: Mujeres y la criminalización de la maternidad, alzó la voz en medio de la discusión del aborto en la Corte Suprema de Estados Unidos. Un tema que en Chile también fue abordado, pero su despenalización no consiguió avanzar tras su rechazo en la Cámara Baja.
Un estremecedor relato captó la atención de medios internacionales. Se trata de una columna de opinión titulada Mi padre me violó. Un aborto me salvó la vida y publicada en The New York Times, firmada por Michele Goodwin, profesora de Derecho en la Universidad de California y autora del libro Vigilando el útero: Mujeres y la criminalización de la maternidad, quien dio a conocer su historia en medio de la discusión relacionada al aborto que actualmente se da en Estados Unidos.
En específico, la Corte Suprema del país norteamericano debatirá en torno a la prohibición de ejecutar un aborto a las 15 semanas de gestación en el estado de Mississippi, involucrando además a aquellas mujeres que han sido víctimas de abuso sexual o incesto. Una compleja situación que, según expuso la académica, deja en juego a las "innumerables niñas y mujeres que han sido violadas, incluidas aquellas que, como yo, fueron violadas por un padre, un tío u otro miembro de la familia".
"Fue la madrugada de mi décimo cumpleaños la primera vez que mi padre me violó. No sería la última. El impacto fue tan severo que me quedé temporalmente ciega antes de comenzar el quinto grado unas semanas más tarde. Cuando comenzó el año escolar, mi padre me había llevado a ver a una batería de médicos; una explicación médica cubriría el hecho de queel trauma causado por su violencia sexual había provocado que mi cuerpo se apagara", escribió Goodwin al comienzo de su columna.
Los abusos continuaron por años, llevando a que a su corta edad sufriera de fuertes migrañas, pérdida de cabello e incluso canas. El miedo latente de sentir los pasos de su depredador en las afueras de su dormitorio, hicieron que por mucho tiempo Michele utilizara su clóset como un lugar de resguardo, en el que se perdía con un libro y una linterna. Pero no fue sino hasta los 16 años, cuando acudió a terapia, que comprendió que los balanceos de su cuerpo y otras manifestaciones correspondían a la ansiedad generada por esta brutal violencia sexual.
Lee también: Youtuber YosStop deja la cárcel en México tras ser acusada de almacenar y difundir pornografía infantilUn delito que "se escondía detrás de la riqueza, el estatus social y su actuación como un padre comprometido y atento (...). Mi padre nunca se perdió una conferencia de padres y maestros. Sin embargo, ese barniz de normalidad contradecía la violencia familiar íntima que había comenzado años antes con su abuso físico de mi madre. A veces era tan violento que la hospitalizaban", continuó.
"A los 12 años, estaba embarazada de mi padre y tuve un aborto. Antes de llegar a la consulta del médico no tenía ni idea de que estaba embarazada. Mi padre mintió sobre mi edad y las circunstancias de mi embarazo. Le dijo al médico que tenía 15 años y que había sido imprudente con mi novio. Mi padre negó con la cabeza y le explicó al médico que estaba haciendo todo lo que podía como padre soltero (mis padres se habían divorciado), pero que yo estaba fuera de control. Ambos hombres parecían expresarme su desprecio", señala Goodwin.
Reveló sentir vergüenza por muchos años, como si ella hubiese sido una "niña negra alocada e hipersexualizada". Pero con el pasar del tiempo, Michele entendió que su vergüenza nunca fue por realizarse un aborto, enfatizando que "siempre estaré agradecida de que se interrumpiera mi embarazo".
Finalmente, Goodwin explicó que logró huir de su casa a los 15 años con 10 dólares en bolsillo (poco más de $8.000), sin acceso a la cuenta de ahorros que su padre mantenía en su nombre. En ese periodo trabajó como limpiadora de la casa de una pareja, obteniendo un mínimo sustento para sobrevivir en un ático sin terminar y con una dieta que consistía básicamente en arroz y latas de atún.
"Para ganarme la libertad de mis padres, fui a la Corte, donde soporté el interrogatorio de abogados insensibles y mal preparados acerca de haber sido violada cuando era niña", acusó. Por lo mismo hoy, "como sobreviviente de violación infantil y embarazo, y hoy profesora de Derecho que enseña Derecho Constitucional y Bioética, reconozco los graves peligros de la actual cosecha de prohibiciones del aborto", sentenció.
Lee también: Mauricio Macri es procesado por espionaje ilegal mientras visita al pdte. Piñera en La MonedaEl aborto es un tema trascendental y transversal a nivel internacional. En el caso de Chile, y luego de diversas discusiones en la Comisión de Mujeres, se logró impulsar un proyecto de ley que buscaba despenalizar el aborto hasta las 14 semanas de gestación.
Sin embargo, el pasado martes la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó la iniciativa, provocando que el texto sea archivado.
El segundo informe despachado desde la comisión, tras la aprobación en general que había conseguido en Sala el 28 de septiembre, contemplaba la modificación del Código Penal en dos de sus disposiciones. Por medio de la primera, se liberaba de la sanción penal a la mujer u otra persona gestante hasta las 14 semanas de gestación.
En tal caso, la pena solo se consideraba después de tal periodo, para quien causara o consintiera en un aborto, fuera de las tres causales permitidas. La pena aplicada para este evento era de presidio menor en su grado máximo (desde tres años y un día a cinco años).
Lee también: Proyecto fue archivado: Así votaron los diputados la despenalización del abortoAdemás, se modificaba la norma relacionada al facultativo que cause el aborto o coopere con él. Como en el caso anterior, la sanción se iba a aplicar después de las 14 semanas de gestación.
Pero finalmente, el proyecto no alcanzó la mayoría en la Cámara Baja, obteniendo el informe mencionado un total de 62 votos a favor, 65 en contra y una abstención.