La población civil se encuentra atrapada en medio de bombardeos, resultando en miles de heridos y la destrucción de hospitales. La crisis humanitaria se agrava con la escasez de suministros básicos. La urgencia de una intervención internacional se hace evidente.
Más de 9.000
palestinos, incluidos niños y mujeres, así como refugiados, han muerto en la escalada de violencia en
Gaza, que ha dejado a la población civil atrapada en una
crisis humanitaria sin precedentes.
Los ataques
Isreal a los campos de refugiados han sido particularmente devastadores, con
decenas de personas muertas en los últimos días.
Un saldo preocupante
Desde el inicio de la guerra en
Gaza, hace más de tres semanas, la cifra de muertos asciende a más de
9.000 palestinos, incluyendo a
3.760 niños y 2.326 mujeres. Además,
32.000 personas han resultado heridas en los enfrentamientos, y al menos
2.060 personas permanecen atrapadas bajo los escombros en la región.
En el último incidente, un
edificio residencial en el campo de refugiados de Bureij fue alcanzado por un ataque israelí, cobrando la vida de al menos
15 personas. La difícil labor de los equipos de rescate se ve obstaculizada por los escombros, mientras decenas de personas permanecen atrapadas en medio de la destrucción.
Ataques a hospitales por parte de Israel
Los hospitales de
Gaza se encuentran en una situación desesperante. Más de 100 centros de atención médica han sido atacados, resultando en la destrucción de instalaciones y equipos médicos.
Dieciséis hospitales y 32 centros de atención primaria han quedado fuera de servicio debido a estos ataques y a la escasez de combustible, generando una "catástrofe de salud" en medio de la crisis.
Además del elevado número de víctimas y desplazados, la población de
Gaza se enfrenta a una
aguda escasez de suministros básicos debido al asedio y bloqueo israelí.
Esta situación agrava aún más la crisis humanitaria en la región, dejando a
miles de personas sin acceso a alimentos, agua potable y otros elementos esenciales para la supervivencia.