El profesor universitario aseguró que en los años de la Concertación se logró progresar en diversos aspectos, pero que también se fue generando una irritación en la ciudadanía debido a una "desregulación de los mercados, y un código penal prácticamente diseñado para que los empresarios que se coluden, evaden impuestos", entre otras cosas.
El fundador de la organización Educación 2020, Mario Waissbluth, se refirió en una nueva columna publicada este lunes, al origen del estallido social, en que "la frase 'no son 30 pesos, son 30 años' se constituyó prácticamente en un símbolo de la revuelta". Asimismo, repasó la evolución de diversos indicadores económicos desde el retorno a la democracia hasta el 2018.
El profesor de la Universidad de Chile analizó en su blog personal cómo se fue configurando durante las últimas décadas el escenario político y social que llevó a lo que pasó desde el 18 de octubre de 2019 en adelante. En relación a esto, detalló cuáles serán los principales desafíos del próximo gobierno que entrará a La Moneda en marzo del próximo año.
Entre los parámetros económicos más relevantes que mencionó Waissbluth están por ejemplo, que la pobreza pasó de un 39% a un 8.6% en los años de la Concertación, mientras que en este mismo período la pobreza extrema cayó de un 13% a un 2%. Asimismo, recalcó algunas cifras macroeconómicas como por ejemplo, una disminución en la tasa de inflación, que se llevó de un 22% anual a un 2%.
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Una vez presentados estos datos duros, el ingeniero civil señaló que "los datos del progreso de Chile en los últimos 30 años no pueden sino calificarse de extraordinarios, incluso en materia de reducción de la pobreza, y en el aumento de ingresos del 10% más pobre. ¿De qué se quejan entonces los auto flagelantes, y la coalición que llevó a Boric a la Presidencia? Mejor, ¿imposible?".
No obstante, se detuvo a analizar el índice de desigualdad, que es un número que no varió demasiado en varias décadas, pese al progreso. "El dato menos atractivo en la tabla anterior es precisamente la débil mejora en el índice de Gini. Tanto un valor de 0,54 como uno de 0,45 reflejan distribuciones de ingreso de las peores del mundo, aunque similares a otros países de la región", dijo.
Con respecto a lo anterior, Waissbluth explicó que "Chile constituye, junto con México y Turquía, los únicos países de la OCDE en que la distribución de ingresos antes y después de impuestos es prácticamente igual. Esto se explica porque los pobres en la práctica pagan una gran cantidad de impuestos al consumo, como proporción de su ingreso total".
En esta línea, agregó que "el segmento del 1% más rico del país se lleva anualmente a su hogar el 36% del PIB, si se computan también las ganancias y aumentos del capital y patrimonio, y estos son datos posiblemente subestimados dada la dificultad para conocer a los verdaderos propietarios de muchos activos. Por comparación, el 1% más rico de USA acumula el 20% del PIB y los ricos holandeses se llevan el 6%".
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Siguiendo con la evaluación, el profesor sostuvo que "la curva de ingresos por decil de Chile es extremadamente plana. Esto significa que no solo los más pobres, sino las personas que están en el 2º, 3º y hasta el 6º o 7º decil, viven en un estado de permanente in-seguridad social. Cualquier enfermedad en la familia, recaer en el desempleo, o un mal desempeño de su pequeño negocio, puede significar el regreso brusco a una situación de pobreza... hay que estar en el 20% más rico de los chilenos para gozar de ciertos mínimos de tranquilidad".
El columnista afirmó que "nuestro modelo no ha sido solamente de capitalismo neoliberal extremo, sino también con una gran desregulación de los mercados, y un código penal prácticamente diseñado – hasta ahora – para que los empresarios que se coluden, evaden impuestos, usan información privilegiada o cometen fraudes contra el fisco y/o los consumidores, prácticamente no pasen un día en la cárcel y reciban el “grave” castigo de ir a cursos de ética. Esto aumentó significativamente la percepción de abuso y la irritación de la ciudadanía".
En relación al próximo período presidencial, el fundador de la organización Educación 2020 expresó que "ahora es el turno de Boric y una nueva generación, que deberá cuidar con no botar el bebé junto con el agua de la bañera. Tienen como 'capital inicial' todos los enormes logros de los 30 años".
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Para finalizar, indicó que "ojalá migremos a un modelo mucho más profundamente social democrático, sin caer en el populismo barato, cuidando a la vez el crecimiento, una relación de mayor colaboración entre las empresas, el Estado y los trabajadores, y a la vez eliminando las numerosas fuentes de irritación y las grandes espinas clavadas en las costillas de la mayoría de los ciudadanos de a pie". Si lo logran, Chile habrá sido el primer país latinoamericano que habrá saltado a ser un país verdaderamente desarrollado", añadiendo que "me gusta que Boric, al menos hasta ahora, suene como un Pepe Mujica en versión juvenil".
27/12/2021
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