Eduardo Valdés, concejal de
Quinta Normal, fue
detenido y formalizado por usurpación no violenta de una propiedad ubicada en la comuna.
Las
afectadas heredaron esta casa de sus abuelos, acusando que luego de ser alertadas por la presencia de la autoridad comunal en el inmueble,
acudieron al domicilio y él no les permitía el ingreso.
Sumado a esto, acusaron que
Valdés se habría encontrado bajo los efectos del alcohol.
Esta situación fue abordada por el acusado, quien sostuvo que su intención era precisamente
poner una placa que protegiera el ingreso a la casa, para evitar que fuese tomada por otras personas.
"Había llevado una máquina de soldar para poner una placa para sellar la puerta;
había avisado a personal de seguridad municipal", explicó. Aún así, debido a toda esta situación, el acusado quedó con
prohibición de acercarse al lugar.
Pero más allá de las explicaciones en torno al delito que se le acusa, hay otro factor que mantiene expectante al concejo municipal y a la Municipalidad misma; y es
qué pasará con el cargo que ejerce Valdés.
¿Qué arriesga el concejal?
El Concejo realizó una reunión para revisar los antecedentes sobre el acusado, considerando que él
cumplía con una subrogancia de la presidencia del propio Concejo Municipal tras obtener primera mayoría.
Cabe mencionar que el concejal
Eduardo Valdés fue formalizado y quedó el libertad, pero aún falta su condena en este caso.
Para las autoridades en general, quienes reciban una condena superior a 3 años y 1 día, entonces son removidos automáticamente del cargo. Sin embargo, por el delito que se le imputa al concejal, el
máximo que podría recibir son 540 días.
Por lo mismo, en rigor,
Valdés se mantendría en su puesto al quedar fuera de la causal de cese.
Aún así, la propia alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino, y el Concejo Municipal pueden acudir al Tribunal Electoral Regional y
solicitar una acción de destitución por infracción grave al principio de probidad administrativa.