Luis Miranda nació con una asfixia de ocho segundo, es decir, no recibió oxígeno. Según relata, desde pequeño que le gustaba la comedia y el humor. El adolescente llegó a los tres años a la Teletón, comenzando así su rehabilitación. En su testimonio, narró que tuvo una infancia difícil, que le costó mucho aceptar su discapacidad, pero que gracias al humor pudo llegar a conectarse con la gente. Luis estudió contabilidad y trabajó por cuatro años en una municipalidad, no obstante, dice que se aburría ya que no era lo que le gustaba. ¿Su verdadero sueño? Ser humorista y sacar carcajadas en las personas.