El parto ocurrió a principios de diciembre de 2022 en el Hospital San José. La mamá confió en los profesionales de la salud e inscribió a la guagua en el Registro Civil con nombre de mujer. Hace una semana llevó -hasta ese entonces su niña- al Roberto del Río por un cuadro respiratorio. Allí un doctor observó con detención y ordenó exámenes. Luego todo giró: los resultados indicaban “género masculino”. Desde el San José le explicaron a la afectada que lo ocurrido “no es habitual”, pese a que la bebé fue examinada por “múltiples especialistas” apenas salió del vientre materno. En otras palabras, ni médicos ni matronas notaron algo fuera de lo común. No es todo, porque la afectada enfrenta hoy un problema legal: debe recurrir a los tribunales civiles para cambiar la identidad. La directora del centro de salud, ofició -recién ayer por la tarde- a la Corporación de Asistencia Judicial para que ayude a la mujer en los trámites. La historia es de CHV Noticias.
El 8 de diciembre de 2022,
Mariana (nombre supuesto) dio a luz en el
hospital San José, sin mayores complicaciones. Le informaron que era una niña y así fue inscrita a la brevedad en el
Registro Civil.
Durante las primeras 24 horas, Mariana sintió
un leve ruido en la respiración de su guagua e informó a los neonatólogos, quienes la revisaron, pero todo estaba en regla y volvió al apego con su madre.
El 23 de diciembre un nuevo cuadro respiratorio obligó a Mariana a que su hija fuera auscultada, pero en el Hospital Sótero del Río. A poco de la revisión se le indicó que la pequeña presentaba genitales externos poco definidos y los médicos realizaron exámenes. Con los resultados todo giró:
Mariana había sido madre de un bebé con sexo genético masculino.
La mujer concurrió nuevamente al San José el 10 de enero donde
manifestó su indignación por lo ocurrido.
De acuerdo a la versión del centro asistencial requerida por
CHV Noticias, se le indicó a Mariana que
se trata de un caso de baja ocurrencia.
“Se le explica a paciente que esta situación es poco frecuente y que su recién nacido fue evaluado por múltiples profesionales tanto médicos como matronas y que en ningún momento durante la hospitalización
se hizo referencia a alguna situación que generara dudas sobre el sexo asignado al momento de nacer”, detalla el comunicado enviado a este medio.
Más allá de los alcances emocionales que de seguro le provocó la diferencia en los diagnósticos, Mariana enfrenta además un problema legal:
cambiar el nombre y el sexo de su hijo en el servicio de identidades. El procedimiento se realiza ante un tribunal civil, pero se requiere asistencia de un abogado que patrocine la acción.
Como sea, sólo ayer la directora (s) del San José, Alicia López, ofició a la Corporación de Asistencia Judicial para que asesore a Mariana en el proceso que por cierto no es automático, en medio de los alcances emocionales que de seguro vive por estos días.
La afectada fue contactada por este medio, pero declinó entregar su versión. Hacerlo no era tarea fácil.