Sebastián recibió el último llamado del teléfono rojo en Gran Hermano y tuvo que designar a dos jugadores para que intercambien de pieza por una semana, sumando a Coni y a Hans al desafío. El problema llegó a la hora de la mudanza, ya que al parecer la bailarina no quedó del todo contenta con la prueba a cumplir y se acercó al joven para pedirle expresamente que no utilice su cama cuando llegue a la otra habitación.