Una serie de manifestaciones que congregó a varios "Kirchneristas" ocurrieron el pasado sábado en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires, donde se ubica la casa de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que amaneció cercada por vallas y con un refuerzo de la seguridad policial. La decisión fue tomada por el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, opositor al gobierno trasandino. "He sufrido el permanente hostigamiento de gente que viene a insultar, agraviar y amenazarme de muerte. Nunca vi a la policía de Buenos Aires intervenir para evitar ese hostigamiento también a una ciudadana. Soy ciudadana también y pago mis impuestos igual que todos los que están acá. Tengo el mismo derecho", indicó Fernández de Kirchner.