Los cazadores de huracanes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos se suben sobre aviones para viajar no cerca, no alrededor, sino al centro de estos fenómenos en ese país. Utilizan aviones diseñados originalmente para cazar submarinos durante la Guerra Fría y ayudan a comprender mejor las tormentas, junto con permitir a los planificadores de desastres lidiar con ellas a medida que se acercan a la tierra.