Cada movimiento posterior al fallecimiento de la monarca está cuidadosamente detallado en una operación llamada London Bridge, la cual contiene a Unicornio, que es el mecanismo que debe activarse en el caso de que la Reina falleciera en Escocia (como pasó).
(EFE/CHV Noticias) - Luego de la muerte de la Reina Isabel II a los 96 años, en su residencia de Balmoral (Escocia) se pondrá en marcha la llamada Operación London Bridge y, con ella, la denominada Unicornio. Ambos son preparativos milimétricamente orquestados y diseñados desde la década de 1960 para cuando llegara este día de luto nacional.
La Operación Unicornio, consiste en el mecanismo previsto que marca los pasos a seguir en Escocia para trasladar el cadáver de la reina a la capital británica, donde se oficiaría el funeral.
Edward Young, secretario privado de la Reina y el principal encargado de organizar su sucesión, es la primera persona en recibir la noticia. Los planes trazados prevén que Young avise a la primera ministra, Liz Truss, con una frase: "London Bridge is Down" ("Ha caído el Puente de Londres").
De ahí, el llamado Centro de Respuesta Global del Foreign Office -ministerio británico de Asuntos Exteriores- se encarga de trasladar la noticia a los 15 Gobiernos fuera del país donde la Reina es jefa de Estado, y a las otras 38 naciones de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth).
La operación contempla los eventos que se sucederían en los próximos diez días, a partir del llamado Día D (el de la muerte), con acontecimientos históricos como una gira de cuatro días por toda la nación a cargo del nuevo rey.
Por su parte, los ministros son avisados de inmediato por correo electrónico y tras ese mensaje, las banderas en la sede del Gobierno se colocan a media asta, en menos de diez minutos del anuncio.
La agencia británica Press Association (PA) es la encargada de difundir la noticia con un flash informativo, tras lo cual un sirviente de palacio atraviesa el patio del Palacio de Buckingham para colgar la "notificación oficial" del fallecimiento en las puertas.
Los parlamentos, tanto en Londres como el escocés, el galés y el norirlandés, suspenden sus sesiones y la web de la Familia Real se pone en negro con el comunicado. Por otro lado, la primera ministra es la encargada de dar el primer mensaje a la nación tras el deceso.
Posteriormente se anuncia un minuto de silencio nacional y la primera ministra mantiene una audiencia con el nuevo rey, lo que pone en marcha la Operación Spring Tide ("Marea de Primavera"), que reglamenta la ascensión del monarca.