Se convirtieron en soldados de un día para otro, o simplemente se quedaron a luchar. Son miles de ucranianos que no quisieron dejar su país y permanecen allí con un solo objetivo: defender su territorio. Ya sea increpando a militares rusos que invadieron sus ciudades, o utilizando armas de guerra. Aseguran que están listos para el combate, pese a que muchos no han tenido ninguna preparación militar. La resistencia civil ha ayudado a mantener las principales ciudades como Kiev, pero a la vez, ha dejado a los primeros caídos. Además del armamento tradicional, algunos grupos de ciudadanos preparan bombas molotov para poder llevar a cabo la defensa territorial y enfrentar a los tanques que avanzan por las calles.