El accidente nuclear sucedido el 26 de abril de 1986 en Chernobyl vuelve a la memoria a propósito del conflicto entre Rusia y Ucrania, más aún cuando tropas enviadas por Vladímir Putin se tomaran esta estratégica zona ucraniana. Ante esto, los temores del pasado cobran vida debido a las consecuencias radiactivas tras la explosión. "Si los ejércitos rusos no paran lo que es la amenaza de contaminación radiactiva, quiere decir que están dispuesto a todo para lograr sus metas", señaló el analista internacional Gilberto Aranda.