El pequeño Rayan de 5 años lleva más de 60 horas atrapado en un pozo de 32 metros de profundidad y 45 centímetros de ancho. El niño cayó el 1 de febrero al foso seco mientras caminaba con su padre en las inmediaciones de su casa en una pequeña aldea al norte de Marruecos. Rápidamente los equipos de rescate llegaron al lugar pudiendo auxiliar a Rayan, dándole agua con azúcar, comida y oxígeno. Una emergencia que ha movilizado a todo el país, e incluso un niño de 12 años llegó hasta el lugar ofreciéndose a bajar por el agujero para salvarlo. Cinco retroexcavadoras trabajan día y noche para cavar un túnel de cinco metros diagonal al pozo, para después hacer uno horizontal y así dar con el sitio exacto donde esta Rayan. Algo en lo que se trabaja en extremo cuidad debido a pequeños deslizamientos de tierra y arena que se han producido mientras avanzan.