Los príncipes de Gales, William y Kate llegaron hasta la Abadía de Westminster durante la mañana de este sábado para acompañar al rey Carlos III en su coronación. Casi al final de la ceremonia, como parte de los rituales que se realizan, el príncipe William se arrodilló ante su padre para simbolizar la línea de sucesión a la corona, pero en vez del tradicional beso en la mano, le dio un beso en la mejilla.