La víctima recibió inesperadamente un golpe de puño en su rostro por parte de su yerno, provocando que cayera al asfalto. El agresor se dio a la fuga, aunque pudo ser encontrado por la policía.
Una simple fiesta familiar terminó en tragedia para una familia en Córdoba, Argentina, luego de que un hombre matara a su suegro tras una insólita discusión por el alcohol a principios de junio.
Según consignó Telefe, Marcelo Jiménez, de solamente 23 años, asesinó a Pablo Zamorano (45) debido a que este último le pidió que dejara de beber porque se estaba poniendo “cargoso” con todos los presentes.
El joven no soportó el comentario y le propinó un tremendo golpe de puño al padre de su pareja en pleno rostro, provocando que la víctima cayera al piso y golpeara su cabeza contra el asfalto.
Tras tensos momentos, uno de los presentes llamó a una ambulancia para trasladar a Zamorano a un centro asistencial, lugar en el que estuvo varias horas internado y donde murió casi 24 horas después de lo ocurrido.
De acuerdo al citado medio, Jiménez se dio a la fuga y estuvo siendo buscado intensamente por la policía, quienes lograron dar con su paradero el 5 de julio pasado gracias al GPS de su teléfono, ya que seguía en contacto con un familiar.
Sin embargo, estuvo menos de una semana detenido, siendo liberado por la disposición de un juez que argumentó que el joven tuvo un “homicidio preterintencional”, es decir, que atacó a la víctima, pero sin intención de matarla.
Mientras la familia exige justicia, diario Clarín informó que Pablo Zamorano era un conocido recolector de residuos de la zona e hincha fanático de River Plate, además de que era una persona que no tuvo mayores conflictos con su yerno.