Un obelisco de concreto coronado con estrellas soviéticas, que era el centro de un monumento en honor a la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi, fue derribado el pasado jueves en la capital de Letonia, el último de una serie de monumentos soviéticos demolidos tras la invasión de Rusia a Ucrania. Trabajadores llevaron maquinaria pesada al pie de la estructura de casi 80 metros (260 pies) para realizar su derribo.