Apenas 60 segundos después de haber cometido el ataque terrorista, el autor fue abatido. No fue casualidad que la policía estuviera cerca, porque el atacante del último atentado que conmociona a Nueva Zelandia estaba bajo estricta vigilancia policial. Fue un simpatizante de ISIS quien sembró el terror la tarde de este viernes cuando entró a un supermercado ubicado en la ciudad de Auckland. Adentro del local, el hombre se hizo con un cuchillo con el que apuñaló a varios clientes. Algunos de ellos quedaron en estado crítico.