El profesional señala que no tenía derecho a publicar las fotos, pues jamás le pidió permiso, dio crédito o pagó por ellas. Ahora, la cantante aumentó sus medidas de seguridad a la hora de ser retratada en conciertos y exige a los fotógrafos cederles todos sus derechos de autor.
Un fotógrafo llamado Robert Barbera demandó a la superestrella pop Ariana Grande luego de que esta publicara una foto de sí misma tomada por él en sus redes sociales oficiales.
Según señala el medio estadounidense TMZ, Barbera afirma que la cantante y actriz no tenía derecho a publicar las fotografías en su Instagram ni Twitter en 2018, ya que jamás le pidió permiso o pagó por ellas. Tampoco le simpatizó el hecho de que ella no le diera ninguna clase de crédito en el pie de la imagen.
Por eso, su demanda se basa en recibir a cambio las ganancias que obtuvo tras compartir las fotografías o bien, 25 mil dólares por cada una.
happy sweetener day https://t.co/o3UsUHDrb6 pic.twitter.com/F4lSe6YYad— Ariana Grande (@ArianaGrande) August 17, 2018
https://www.instagram.com/p/Bmr9oN3noSa/?
Vale recordar que quien interpretó a la pelirroja Cat Valentine en la serie Victorious, de Nickelodeon, cuenta con 155 millones de seguidores y un promedio de dos millones de likes en cada fotografía que muestra a sus fans.
Lee también: Drake prepara su debut en Chile para octubreLa demanda llega en un momento algo polémico para Grande en esta materia, pues en marzo pasado, medios de la índole del New York Times y el LA Times, junto con otros 14, se unieron al National Press Photographers Association (NPPA) para protestar por la estricta política que la joven mantenía a la hora de ser fotografía cuando cantaba en medio de los conciertos del Sweetener World Tour.
Los representantes de dichos medios de comunicación alegaron que la joven les hacía firmar un contrato en el cual le cedían todos los derechos de autor y sólo se les permitía fotografiarla desde un área designada y durante las primeras tres canciones.
Además, estaban autorizados a utilizar una sola de las fotos tomadas para cubrir cada noticia sobre ella y si querían utilizarlas, debían tener consentimiento escrito de Ariana.