"Desearía que el corazón hubiera ido a parar a un destinatario que lo mereciera", dijo la hermana de la víctima, quien pasó 18 años de su vida en una silla de ruedas tras el ataque.
Durante esta semana, una noticia dio vuelta al mundo y generó un amplio debate. Por primera vez en Estados Unidos se trasplantó el corazón de un cerdo genéticamente modificado a un ser humano, lo que fue cuestionado éticamente por la seguridad del paciente y los derechos de los animales.
No obstante, la discusión ética del xenotrasplante (trasplante de órganos animales a seres humanos), que se lleva estudiando por más de 30 años, dio un giro, y la polémica se trasladó hacia otro tema de discusión.
Una investigación del Washington Post reveló que David Bennet, el hombre trasplantado con el corazón de un cerdo, había sido condenado en 1988 por apuñalar siete veces a una persona llamada Edward Shumaker. La víctima de los hechos, quedó en silla de ruedas por los próximos 18 años de su vida, antes de sufrir un derrame cerebral y morir a dos años después, a sus 40 años de edad.
Según la hermana de la persona agredida, Edward sufrió mucho y su familia tuvo que vivir por años con la devastación y el trauma. Ademá aseguró que David, luego de salir de prisión, vivió una buena vida y logró desarrollarse.
Lee también: Madre denunció al colegio de su hija por ofrecer fajas para "desarrollar una imagen corporal más saludable""Ahora tiene una segunda oportunidad con un nuevo corazón, pero desearía que hubiera ido a parar a un destinatario que lo mereciera", declaró al medio estadounidense.
Con respecto al proceso judicial, Bennet quedó absuelto de asesinato, pero fue culpable de agresión y tenencia de arma oculta, siendo calificado el caso como una situación de "violencia extrema". Fue condenado a 10 años de cárcel, sin embargo, pudo optar a la libertad luego de estar seis años tras las rejas.
En esa misma línea, al agresor se le ordenó el pago de 3,4 millones de dólares a la familia de la víctima, no obstante, según las declaraciones de la hermana, el dinero nunca llegó.
Con respecto al debate, consignar que la legislación en Estados Unidos no prohíbe que alguien con antecedentes penales reciba un trasplante de órgano. No obstante, tras la revelación, se abrió la discusión de cómo dar prioridad a quienes necesiten del procedimiento.
Lee también: Murió Adalia Rose, la youtuber de 15 años que padecía la enfermedad que inspiró El curioso caso de Benjamin ButtonSegún señaló el medio citado, los hospitales tienen una amplia discreción para definir qué se entiende por urgencia en los trasplantes. Asimismo, los doctores del Hospital de la Universidad de Maryland se negaron a declarar si sabían o no de los antecedentes del trasplantado.
"Brindamos atención vital a cada paciente que entra por sus puertas en función de sus necesidades médicas, no de sus antecedentes o circunstancias de vida”, señalaron al Washington Post. "Este paciente vino a nosotros con una necesidad extrema, y se tomó una decisión sobre su elegibilidad para el trasplante basándose únicamente en sus registros médicos", indicaron.
Finalmente el médico Bartley Griffith explicó tras la cirugía, que Bennet, debido a su condición de salud, no era elegible para un trasplante de donante humano, razón por la cual se sometió al procedimiento experimental.