Logró que una imagen suya sea portada de la revista Rolling Stone, pero hoy esa exitosa carrera se ve empañada por los más de 50 testimonios que lo señalan como un abusador sexual. Una cuenta de Instagram recopiló relatos de sus presuntas víctimas, las cuales han recibido el apoyo de diversos artistas nacionales que trabajaron con el fotógrafo.
En diciembre de 2016, un retrato de Mick Jagger y Keith Richards fue portada de la prestigiosa revista Rolling Stone. La fotografía, captada durante la gira de la banda británica por nuestro país por Carlos Müller Cáceres (45), se convirtió en la primera imagen de un fotógrafo chileno en ocupar la primera plana de las ediciones de Estados Unidos, Japón, Australia, India y Brasil.
La célebre portada se convertiría en un hito más en la carrera de Müller, fotógrafo autodidacta, oriundo de la Región del Biobío, que hasta ese instante solo sabía de éxitos. El artista visual era el encargado de fotografiar a importantes cantantes nacionales en sus giras y captar la magia de los conciertos en vivo. De ahí también que su nombre sea tan reconocido en el mundo del espectáculo.
Sin embargo, hoy el artista hace noticia no por los registros que logra con el lente de su cámara. Existen más de 50 testimonios que lo acusan de ser un abusador sexual e incluso un violador de menores. Todos estos relatos se han viralizado por redes sociales a partir de la cuenta de Instagram @funacarlosmuller, que desde el 11 de abril recopiló las denuncias en contra del fotógrafo hasta el 16, día en que la cuenta fue dada de baja en la red social.
Lee también: “Si no hay justicia, hay funa”: Las razones tras la ola de denuncias en redes sociales por violencia de género"Yo hasta el momento sentía que fue una experiencia consentida, mas ahora no lo sé. No sé, porque tenía la presión de estar en su casa, corresponderle, porque me estaba haciendo fotos gratis... pero no me sentí bien".
Este es uno de los tantos testimonios que acusan el supuesto y repetitivo proceder de Müller frente a quienes dicen ser sus víctimas. El relato corresponde al cantante chileno Dani Ride, quien hoy tiene 30 años.
El artista conoció al fotógrafo cuando sólo tenía 17, dice que éste lo contactó por MSN Messenger y que comenzaron así a entablar una relación de amistad. Cuando Dani cumplió los 18, Müller le habría ofrecido una sesión gratis de fotografías, a lo que accedió.
"Solamente me dijo que era por buena onda. Él sabía todos mis problemas y, de cierta forma, yo creo que sabía cómo abordarme, cómo seducirme. Yo lo admiraba mucho, me encantaba todo el tema de las fotos", explica Dani Ride, en un video compartido en sus historias de Instagram.
El relato, que se extiende por más de 8 minutos, detalla cada uno de los momentos de angustia que, asegura, vivió el día en que fue al departamento del fotógrafo a realizar la prometida sesión de retratos: "Él empezó a tomarme fotos, me dijo que me relajara, que me veía muy tenso, siempre me miraba fijamente y se quedaba en silencio mucho rato. En una de esas miradas, me roba un beso, a lo que yo le respondo quitándomelo de encima".
Según su testimonio, Müller habría insistido cuando revisaban en el computador del fotógrafo las imágenes que le había tomado. Estaban en el dormitorio de este y, sorpresivamente, habría vuelto a besarlo. "Tenía un poco de miedo, no puedo negarlo. Después de eso empezó a bajar, bajar y me hizo sexo oral. Me vino la culpa, me puse a llorar y me fui al baño. Lloré mucho, abrí la puerta y salí corriendo", relata hoy el cantante.
Una vivencia que resolvió hacer pública, según explica, luego de leer los que califica como "horribles testimonios" en Instagram en donde se recopilan las acusaciones contra el fotógrafo. En conversación con CHV Noticias, Dani Ride aseguró además que se está asesorando con abogados. "Obviamente que estoy en búsqueda de justicia", cuenta.
Lee también: 10 años de silencio: Las denuncias de acoso sexual contra el rector de la escuela de cine más prestigiosa del paísEsta es solo una de las tantas denuncias que enfrenta Müller, muchas de las cuales son anónimas y relatan episodios similares, algunos incluso, realizados contra víctimas que eran menores de edad al momento de cometidos los supuestos abusos:
"Tenía 16 años, me tomó fotos en su departamento, hasta que me invitó a su pieza. Me empezó a manosear por encima, yo estaba muy nervioso, pero en verdad, no cachaba nada y pensé que por las fotos 'bacanes' debía dejarme. Finalmente, terminó masturbándome y haciéndome sexo oral".
Otra de las víctimas asegura que Müller lo habría agregado a Facebook en 2011, cuando tenía sólo 13 años. Pero no fue hasta el 2014 que aceptó los insistentes ofrecimientos de fotografías gratis, por lo que fue a su departamento:
"Cuando terminamos la sesión, me dijo que pasáramos las fotos a su computador que estaba en la pieza. Me agarró el paquete y me empezó a masturbar. Cuando notó mi disgusto, me dijo que era la paga por las fotos, que cómo no le iba a pagar de alguna manera".
En un extenso diálogo con CHV noticias, otra de las víctimas, que prefiere mantenerse en el anonimato, relató su vivencia con el fotógrafo: "Yo tenía 13-14 años, iba en 8° básico, me contactó por Messenger y comenzamos a conversar". Así, este denunciante que hoy tiene 25 años inició una relación cordial por redes sociales. Explica que Müller tenía más de 30 cuando cometió los abusos que denuncia y que él era solo un niño.
Todo habría ocurrido en la época en que proliferaban las llamadas tribus urbanas, la víctima era lo que entonces se conocía como un pokemón. En ese contexto, el artista visual era popular en el ambiente por realizar sesiones fotográficas. Es así como, afirma el denunciante, en una de las tantas conversaciones por chat lo invitó a su departamento para una sesión de fotos gratuita:
"Un día después de clases me fui a su departamento, fui tarde, porque más temprano me había comentado que tenía otra sesión fotográfica. La sesión se dio normal, pero cuando estábamos en la pieza revisando las imágenes se me insinuó. Le dije que no, seguimos viendo las fotos y de nuevo se me volvió a insinuar".
El joven relata que las insinuaciones terminaron en besos y que Müller habría justificado su proceder diciéndole que "era una manera de devolver el favor".
Pero el episodio de abuso contra el entonces adolescente no habría terminado ahí. El denunciante asegura que el fotógrafo, de manera insistente, lo habría obligado a realizarle sexo oral.
"Yo ahí me puse a llorar... tengo un lapsus… no sé que habrá pasado, pero el último recuerdo que tengo de esa noche es estar boca abajo en su cama, con los pantalones abajo y él atrás mío, su respiración en mi nuca".
Lee también: La cultura de la cancelación, la práctica de eliminar a un artista de tu vida tras sentirte decepcionadaEl joven nos cuenta que tuvo que dormir esa noche con su agresor, pues ya se había hecho tarde para volver a casa. "A la mañana siguiente agarré mis cosas y el recuerdo más nítido que tengo es verme corriendo por las escaleras", recuerda.
Una escena, según su relato, que ocurrió hace aproximadamente 10 años y que sólo volvió a recordar cuando vio el Instagram de las funas contra el fotógrafo: "Al día siguiente, lo primero que hice fue hablar con mi mamá y luego sentí que era necesario decirlo en redes sociales, porque era una forma de expulsarlo".
El joven explica las razones que lo llevaron publicar su denuncia. "La motivación más grande que tuve es que este tipo lo podría estar replicando hasta el día de hoy, que a lo mejor siguiera contactando a menores de edad. Yo sabía que esto se podía masificar, llegar a muchas personas y así evitar que esto volviera suceder", dice.
Posibles delitos, muchos de ellos habrían afectado a menores de edad, ahora, el tiempo transcurrido desde que supuestamente ocurrieron es clave para determinar si están o no prescritos.
"Los delitos sexuales cometidos contra menores prescribían en un plazo de 10 años contados desde que la víctima cumplía la mayoría de edad, sin embargo, desde agosto de 2019 estos no se extinguen con el transcurso del tiempo. Dejando en claro que la ley no es retroactiva, por lo que esto último no aplicaría al caso en cuestión", nos explicó la abogada Marcela Salinas.
El famoso fotógrafo, reconocido en el mundo del espectáculo por ser el hombre detrás de la cámara encargada de captar la imagen de los artistas chilenos más importantes de la escena musical, hoy parece estar solo en medio de estas acusaciones. Los músicos que alguna vez fotografío entregaron su apoyo a las víctimas.
Dejemos de normalizar o aceptar ciertas conductas retrógradas que han perpetuado en nuestra industria, en base al poder, a la manipulación. No más abusos. 🙌🏽 pic.twitter.com/0jVld1dkCb— Denise Rosenthal (@NissRosenthal) April 13, 2020
https://www.instagram.com/p/B-5KyRqpMYT/
pic.twitter.com/wBB0XbzApt— Francisca Valenzuela (@franciscamusic) April 12, 2020
Escribo estas palabras como mamà antes que como musica.
El fotografo Carlos Müller estuvo en ocasiones en nuestro camarin sacando fotos de conciertos.
Imposible no agradecer la valentia de todos los testimonios que han salido a la luz publica.— ana / anita tijoux (@anatijoux) April 12, 2020
Denise Rosenthal, Gepe, Saiko, Los Bunkers, Francisca Valenzuela, Los Tres, Natalia Valdebenito, Santa Feria, Ana Tijoux y Alex Anwandter, entre otros artistas de la escena nacional, se han manifestado a través de sus cuentas en redes sociales.
El equipo de la productora chilena Evolución, quién trabaja con Los Bunkers, Javiera y Los Imposibles, Ángel Parra, Pillanes y Nicole, entre otros, condenaron de forma tajante todo tipo de violencia y apoyaron de manera inmediata a los denunciantes. Desde la productora aseguraron que "al día siguiente desvinculamos inmediatamente a Carlos Müller".
También lo hizo la productora Lotus, donde el artista visual trabajó. En sus historias de Instagram, la empresa manifestó: "nuestro absoluto y categórico rechazo a actos que atenten y vulneren los derechos fundamentales del ser humano, en especial, cuando son menores de edad”.
Lee también: Nido.org, la web donde anónimos amenazan y extorsionan con fotos íntimas a mujeres jóvenesAcusaciones que impactan la escena del espectáculo que ha cerrado filas con las presuntas víctimas. Una de las cosas que llama la atención es la similitud de los relatos expuestos en las redes sociales. De ellos se desprenden patrones de conducta reiterados por parte del supuesto abusador. Una forma de actuar que se repite: primero, contactar a un menor de edad a través de redes sociales, invitarlo luego a una sesión fotográfica gratuita en su departamento, insistiendo siempre en que concurra solo.
En conversación con CHV Noticias, el psicólogo de la Universidad Central, Ricardo Bascuñán, asegura que este tipo de patrones es una conducta común entre los abusadores, pues deben encontrar un escenario ideal para generar el abuso: "Hay algunos elementos en este tipo de conductas que están vinculados a la psicopatología, asociados a la planificación detallada de cómo se va a actuar".
Lee también: Matthei reveló que las denuncias por violencia intrafamiliar en Providencia aumentaron en 500% en cuarentenaEl profesional agrega que el abuso suele realizarse "en lugares aislados, donde la persona tiene dificultades para pedir ayuda, donde no puede escapar. Hay una planificación evidente, hay una seducción vinculada sin duda, a la erotización".
Las acusaciones contra Carlos Müller suman decenas, pero todas se han realizado de manera informal a través de las viralizadas funas en redes sociales. Hasta el día de hoy, 16 de abril, no existen causas penales en contra del fotógrafo y el Ministerio Público aun no instruye una investigación.
CHV Noticias se contactó con Müller para conocer sus descargos, pero declinó hablar con nosotros. Aseguro que, por sugerencia de su abogado, no emitirá comentarios al respecto, al menos por ahora.