El 27 de diciembre de 2019 fue otra jornada de protestas en la capital. Ya era de noche cuando, según versiones policiales y del Ministerio Público, Mauricio Fredes habría comenzado a escapar de Carabineros junto a otros manifestantes y amigos por la Alameda hacia el poniente. En la esquina de Irene Morales ocurrió lo impensado. El hombre, de 33 años, cayó a una fosa de casi dos metros que no tenía tapa, estaba con agua y cables eléctricos energizados.
Testigos de lo ocurrido lo rescataron para trasladarlo rápidamente hasta la Posta Central. Sin embargo, al ingresar al recinto de urgencia, ya no presentaba signos vitales. De acuerdo al informe emitido posteriormente por el Servicio Médico Legal, Mauricio Fredes murió a causa de asfixia por sumersión, es decir, se ahogó en el agua que contenía la fosa en la que cayó. Los amigos que corrieron con él por las cercanías de la Plaza Baquedano no supieron hasta el otro día que había fallecido.
"Siempre estaban de vuelta tipo 11 de la noche, máximo a las 12. Se iban juntos y volvían juntos, pero ese día no ocurrió así. Ellos no se percataron de lo que pasó con mi sobrino. Lo esperaron hasta las seis de la madrugada y no llegó. Uno de los muchachos me llamó al otro día para avisarme que no sabían nada de él. Se me pasó por la mente que podía estar detenido, pero fueron a buscarlo a la comisaría y no lo encontraron", recuerda Luis Cordero, tío de Mauricio.
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A eso de las dos de la tarde, personal de la PDI llegó a su casa, en la comuna de La Pintana, para informarle que su sobrino había fallecido. De inmediato se dirigió hasta el Servicio Médico Legal, pero no pudo reconocerlo. No lo dejaron, cuenta, ya que figuraba como NN, por no portar su cédula de identidad.
"Lamentablemente, perdí a mi sobrino, que es como mi hermano, porque nos criamos juntos. No era de la primera línea, como dijeron, pero a estas alturas da lo mismo que lo involucren con eso. No tengo nada en contra de ellos, en todo caso, porque fueron los manifestantes los que más nos apoyaron durante el funeral. Del gobierno no apareció nadie, ni en ese momento ni después. Ni siquiera recibimos una llamada", señala Luis Cordero.
Presentan querella por homicidio
Un artículo en La voz de los que sobran puso el tema nuevamente en la palestra. En febrero, la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU) presentó una querella por los delitos de homicidio, abuso contra particulares y denegación de servicio por parte de Carabineros. La acción va en contra del director general de la institución, Mario Rozas, los funcionarios de Fuerzas Especiales que estaban esa noche en Plaza Baquedano y el intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara.
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"De no haber mediado la represión y las encerronas hacia los manifestantes, Mauricio Fredes no habría muerto. Como cada viernes, en el sector se cortaba el alumbrado y en ese escenario Carabineros agudizaba la represión. Todo el mundo corrió y el carro lanzaaguas dirigió directamente el chorro en su contra, lo que hizo que cayera al foso. El funcionario inundó el forado y no fue a prestar ayuda, a pesar que se la solicitaron", dice Mariela Santana, abogada patrocinante de la querella e integrante de CODEPU, a CHV Noticias.
La profesional explica que inicialmente recibieron una denuncia por muerte accidental, pero que tras las recopilación de antecedentes pidieron que la causa fuera investigada como homicidio. También cuenta que pidieron la declaración de los querellados, pero que hasta el momento no la han entregado.
"Este patrón de conducta se vio desde octubre en adelante. No es casual que existan 400 víctimas de trauma ocular ni miles de personas heridas con perdigones. Eso obedece a una instrucción clara de la autoridad de reprimir las protestas. Además, hay una diferencia manifiesta en la celeridad que se le da a las investigaciones cuando se trata de víctimas, en relación a las causas en contra de los manifestantes", señala Santana.
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Las diligencias continúan
La investigación avanza, pero lentamente debido a la pandemia. Lo único que está claro hasta ahora es la causa de muerte. La abogada pidió la incautación de los drones que sobrevolaban el sector ese día, ya que las cámaras de seguridad habían sido vandalizadas. También solicitó tener acceso a la carpeta investigativa y una entrevista con la fiscal a cargo del caso.
Desde la Fiscalía Centro Norte aseveran que existen varias diligencias que ya fueron solicitadas a la PDI y que aún están pendientes. Por el momento, aseguran, ya han sido periciadas las imágenes de los drones y de otras cámaras de vigilancia que estaban funcionando correctamente el 27 de diciembre. Mientras, la familia de Mauricio Fredes pide que su caso no quede en el olvido.
"Alguien tiene que pagar por lo que pasó", dice.
02/09/2020
18:47
