La distancia que EA Sports consiguió sobre la competencia en el terreno de juego, y que llevó a FIFA a la cima, se sigue ampliando con la licencia más codiciada entre los torneos de clubes. Analizamos lo que se repite y lo que hay de nuevo en esta entrega.
¿Qué hace a FIFA tan especial? En la última década han perfeccionado el gameplay más dinámico y responsivo del género, y en FIFA 19 se consolida como la opción más cercana al fútbol real.
Poco se puede añadir sobre la forma de jugar que no haya sido dicho antes. Eso sí, hay que recordarle a aquellos interesados por desembarcar en esta franquicia que hay que pensar rápido. Los pases de los jugadores son prácticamente instantáneos, así que estás obligado a actuar casi sin pensar.
Sigue siendo satisfactorio en ataque, cuando la inspiración fluye y encadenar naturalmente toques cortos termina en peligro sobre el área chica del rival. Y sigue requiriendo paciencia y oficio en la defensa, ya que muchas veces la ultradefensa -como en el fútbol actual- y el contraataque es la única respuesta.
El cambio más grande, aunque todavía un ajuste sencillo, es el “timed finishing”, un tipo de finiquito que consiste en pulsar dos veces el botón de disparo, la primera para darle potencia y la segunda en el momento justo del impacto para darle mayor potencia y precisión.
Pero en términos generales sí, Electronic Arts repitió la fórmula: mismo estilo de menú, mismos marcadores, y casi los mismos modos. Sin embargo, la distancia con su competencia directa hoy se mide en trofeos.
No hay que olvidar que FIFA tiene el mayor banco de licencias del mercado: 32 países tienen sus ligas en el juego. Ello sin contar con que algunas competiciones de paises de la UEFA tienen más de una división.
Y sobre esa base de roca sólida, llegó la Champions League, incorporación que significó la joya que le faltaba al catálogo y que, de paso, dejó “tocado” a Konami para Pro Evolution Soccer 2019.
El torneo de clubes más importante de Europa llegó a FIFA 19 con un pack gráfico y cutscenes que -muy al estilo EA- buscan simular la transmisión televisiva lo más fielmente posible. Y están muy, pero muy cerca de lograrlo en el primer intento.
Sin embargo, en esta materia hay una importante piedra en el zapato: Colo Colo y Boca Juniors, dos de los equipos más populares de la Conmebol, no están licenciados en FIFA 19.
El acuerdo de exclusividad con Konami, desde la otra vereda, saboteó un esfuerzo casi perfecto de Electronic Arts por tenerlo todo. Y no es parchable, por lo cual el fanático más acérrimo de los albos o del Xeneixe tendrá que conformarse con los pijamas del CD Viñazur -tal como el año pasado- o del Buenos Aires FC.
Decir “más de lo mismo” tiende a leerse como algo peyorativo, pero en el caso de FIFA no necesariamente es algo malo. Más aún considerando que Ultimate Team, la “Casa de Moneda” de la franquicia, sigue generando divisas y acumulando una alta masa de jugadores en todo el mundo.
Plantillas actualizadísimas hablan de un modo que sigue fijando en estándar respecto a cómo debe ser un simulador de fútbol: no solamente emular el juego, sino que salir de la consola para relacionarse con la vida real.
Que los jugadores sepan que lo que ocurre en fin de semana tendrá impacto en FIFA es el capital intangible más importante que posee este título.
Un eje central para la experiencia offline es El Trayecto, la innovación más grande en el género de la útima década. El protagonista Alex Hunter continúa codeándose con las estrellas del fútbol mundial en un storyline que te mantiene enganchado como en la mejor serie de Netflix.
Y aquí la novedad: el modo Patada Inicial incluye “Reglas de la casa”,una serie de partidos con descabelladas condiciones arcade. Por ejemplo, existe un modo en el que sólo valen los goles de cabeza o volea, y otro que rompe con todo lo establecido y no tiene faltas ni fuera de juego.
Personalmente creo que no hay que mirar en menos esta adición, sobre todo para los jugadores más casuales en una junta de amigos. Contrario a lo que pudiera pensarse, estos modos terminan siendo incluso más estratégicos que los tradicionales en ciertas ocasiones. Así, en el caso de “supervivencia” -cuando al convertir un gol, uno de tus jugadores al azar es expulsado-, puedes preferir aguantar lo más posible el empate y marcar sólo sobre el final para asegurarte la victoria sin estrés.
Podemos decir que el detalle de los rostros están en su máxima calidad. Sorprende el realismo en detalles como los tatuajes y los cortes de pelo. Sin embargo, ello sólo ocurre cuando hablamos de los jugadores más conocidos.
En esa línea, el banco de caras no es tan amplio como en la competencia, pero lo realmente grave es que el aspecto físico de quienes no están “hechos con cariño” deja muchísimo que desear. Este es Gary Medel:
El “close -up” de las repeticiones de FIFA 19 es un lujo que se ve ensombrecido por la cantidad de caras genéricas que encontramos en varios partidos.
Y no podemos dejar de lado que la ambientación de los estadios tiene un espacio de crecimiento que todavía no está resuelto. De lejos, todo bien. No obstante, de cerca hay detalles que en las cutscenes se pueden apreciar poco trabajados, y no sólo en estadios ficticios -donde la atención a los detalles es muy baja-, sino que también en la entrada de los planteles en clásicos reductos como el San Siro.
Pero en el ámbito general sigue cumpliendo con lo necesario, sobre todo en cantidad: Son 79 estadios, destacando la presencia de 17 estadios de La Liga.
Al margen de aquellos ripios, el campo de juego y la iluminación durante el gameplay hacen parecer que los partidos son una transmisión televisiva real, y ese es objetivo que debe cumplir cuaquier título de deportes para merecer el rótulo de “simulador”.
FIFA 19 es el simulador de fútbol que debes comprar si estás indeciso este año. No sólo por la cantidad de licencias, sino que también por la tranquilidad de una experiencia online completa, actualizada y con servidores estables para largas jornadas de juego competitivo.
Para los veteranos, la actualización puede dejar gusto a poco, sobre todo por la ausencia de Colo Colo, pero aquí la Champions League tiene atención a los detalles como nunca antes.