En 11 de los 12 baños que fueron inspeccionados al interior del parlamento británico, se lograron descubrir rastros de cocaína. Durante la investigación, personal especializado utilizó un paño con una sustancia química que permitió identificar estas trazas. Una situación compleja considerando que a esos baños solo tienen acceso los parlamentarios, por lo que se mantienen en el ojo del huracán por este caso que podría generar varios cambios al interior de las instalaciones, tal como el uso de perros detectores de droga. Uno de los baños incluso es ruta directa a la oficina del propio primer ministro Boris Johnson en el palacio de Westminster, por lo que sin duda deberá referirse a esta situación que remece al Reino Unido.