Embarazadas, fumadores o quienes tengas problemas al corazón o los oídos, son algunos de las que tienen vetada esta práctica, ya que pueden poner en peligro su salud mientras se sumergen bajo el mar.
El buceo recreativo es una actividad que la mayoría de las peronsas pueden hacer, aunque hay algunos casos muy particulares que deben prestar atención sino quieren pasar un muy mal rato bajo el mar.
Lo primero que hay que aclarar es que, a primeras, no importa si eres joven o una persona mayor, tampoco cuánta actividad física realices: el buceo es para todos y todas, tal como lo establece la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (PADI, por sus siglas en inglés).
Como consejo, y según lo aplican la mayoría de las escuelas, se puede bucear a partir de los 8 años. Lo recomendable es comenzar con lo que se denominan inmersiones de prueba, o bautizos, como tambien se les llama. Y dependiendo de lo que estipule el o la instructora puede que se descienda entre 4 a 10 metros.
Pese a lo amigable de la experiencia, hay algunas personas a las que se les prohíbe esta práctica debido a que puede poner en peligro su salud.
Personas embarazadas no pueden bucear. Según detallan sitios dedicados a esta deporte, las tablas de decompresión no están adaptadas al "perfil de las embarazadas", ya que puede dañar al feto.
Otros interesados pero que presenten enfermedades de tipo pulmonar o al corazón tampoco tiene permitido practicarlo.
Por otra parte, si alguna vez has debido someterte a una cirugía en el rostro, como de nariz, labios, oídos u otras internas, como al corazón u otras partes del cuerpo, necesitarás el permiso del médico, de lo contrario, podrías sufrir complicaciones.
Justamente este es un punto clave, ya que los órganos que son vitales para una inmersión submarina, como los oídos, deben estar en perfectas condiciones. Lo anterior, porque cada diez metros de profundidad se incrementa la presión, por lo que el tener un daño en el conducto que une el oído a la rinofaringe (trompa de Eustaquio) puede ser un impedimento de partida.
Tan vital como lo anterior son los pulmones, por lo que los fumadores de nicotina pueden quedar rápidamente descartados para esta práctica. También es necesario descartar posibles patologías obstructivas y otras enfermedades.
Problemas cardiovasculares también son de gravedad, ya que pueden sufrir un síncope, es decir, pérdida pasajera del conocimiento que va acompañada de una paralización momentánea de los movimientos del corazón y de la respiración.