Más de cuatro millones de chilenos tienen algún tipo de morosidad en créditos de comerciales, de consumo o hipotecarios. Según un estudio de la Asociación de Bancos, los niveles de retraso en el pago por sobre los 90 días volvieron a las mismas cifras antes de la pandemia. Sin embargo, la diferencia es que las condiciones económicas han cambiado totalmente.