El serbio tuvo una espectacular temporada que lo llevó a conseguir su primer anillo. Sin embargo, el comienzo no fue fácil y tuvo que superar diversos obstáculos en su vida, entre los que está el constante sobrepeso.
Inteligencia, viveza, fortaleza física y mental y mucha calidad. Estos son solamente algunos de los atributos que tiene
Nikola Jokic,
la estrella que acaba de entrar al olimpo del básquetbol.
Esto porque el nacido en Sombor, ciudad de
Serbia con menos de 100 mil habitantes,
fue el hombre que lideró a los Denver Nuggets a su primer anillo en la NBA tras vencer a los Miami Heat.
El "Joker", como le dicen desde que se hiciera conocido, fue la figura indiscutida en un equipo que
se encargó de barrer a Los Ángeles Lakers en las finales de Conferencia y
de aplastar 4-1 al elenco que tenía a la otra gran figura de la temporada,
Jimmy Butler.
Reemplazado por un comercial de tacos
Para llegar a ser reconocido, Jokic tuvo que empezar desde abajo y luchar contra un montón de problemas. Entre ellos
el constante sobrepeso que tenía desde que era niño.
Sin embargo, en el baloncesto encontró todo lo que necesitaba y
su enorme estatura lo llevaron a Estados Unidos en el 2014, donde fue elegido por los Nuggets en el lugar 41° del conocido Draft que se da en estos deportes.
De hecho, el pivot pasó tan desapercibido que ni siquiera la televisión oficial lo tomó, ya que en ese instante
se pasó un comercial de tacos que terminó por suplantarlo.
Sin embargo, si hay algo que no ha caracterizado es
su extraordinaria capacidad de superar las dificultades, logrando entrar poco a poco en la consideración de los entrenadores.
Para el 2020 ya era una de las grandes amenazas que tenían los norteamericanos y
sus 2,11 metros ayudaban a que se convirtiera en uno de los jugadores más intratables de toda la liga.