Los albos viven un espléndido momento que los tiene liderando con amplia ventaja el torneo nacional. El camino hacia una nueva estrella continuará con dos partidos consecutivos en el Estadio Monumental.
Fue a principios de julio cuando Colo Colo recibió un verdadero mazazo de cara sus pretensiones, esto luego de quedar eliminado de la Copa Sudamericana a manos del Inter de Porto Alegre en los octavos de final.
Si bien los brasileños eran favoritos en la llave de octavos de final, los albos tenían la clasificación prácticamente en el bolsillo tras ir ganando 3-0 en el marcador global, lo que fue un golpe durísimo para Gustavo Quinteros.
Sin embargo, el equipo rápidamente se recompuso y puso el foco netamente en el campeonato nacional, logrando tres victorias consecutivas entre las que se incluye una celebración ante el clásico rival.
El cacique mostró su superioridad ante la U y la derrotó 3-1 en Talca el pasado domingo, aumentando la racha a 10 años sin perder ante los azules a nivel oficial.
La fecha 20° terminó siendo más que productiva para los de Macul, debido a que sus competidores directos por el título, Ñublense y Curicó, perdieron inesperadamente, logrando así escaparse en la tabla de posiciones.
Con ese panorama, Colo Colo tendrá exigentes compromisos en lo que queda de agosto, entre los que se incluyen duelos ante conjuntos que pelean el descenso y otro contra una escuadra que sueña con copas internacionales.
Ya comenzando septiembre, se viene un viaje para chocar ante el duro Cobresal de Gustavo Huerta y el clásico contra golpeada Universidad Católica, el cual se jugará en el Estadio Monumental el primer fin de semana de octubre.
En resumen, el calendario de los albos es el siguiente:
En medio de esto, las semanas del 17 y 24 de agosto se jugarán los octavos de final de Copa Chile, donde los albos tendrán un durísimo desafío ante Ñublense.
El próximo partido de los dirigidos por Quinteros será el domingo a las 18:15 horas ante Antofagasta en el Monumental, choque que podría colocarlos más punteros que nunca.