La información fue dada a conocer esta tarde a través de un mensaje de Twitter de la Conmebol y se confirmó que, si es que se juega, será fuera de tierras trasandinas.
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores del 2018 entre River Plate y Boca Juniors se jugará en una plaza neutral, el 8 o 9 de diciembre próximo, según decidió este martes la Conmebol.
La entidad tomó esta determinación en una reunión sostenida con dirigentes de ambos clubes argentinos esta mañana, tras la postergación del encuentro de vuelta que inicialmente se debía jugar el sábado pasado en el Monumental de Buenos Aires, pero que fue suspendido por ataques violentos de hinchas al autobús que llevaba a los jugadores de Boca al estadio.
Te puede interesar: Boca Juniors pide suspender el partido por no existir “igualdad de condiciones”Posterior al comunicado publicado por el organismo, el Presidente de la asociación, Alejandro Domínguez, aseguró que, "si es que se juega" el partido no se llevará a cabo en suelo trasandino, aunque no quiso confirmar el país.
El mandamás, además, condenó los sucesos de violencia acontecidos y que dejaron a parte del equipo xeneise con lesiones: "El fútbol no es lo que se vivió este fin de semana. Eso es una enfermedad que hay que erradicar. La violencia no es parte del fútbol", agregó.
Hasta el momento, la ciudad italiana de Génova ya se ofreció oficialmente para albergar el partido de vuelta y se especula con que Abu Dhabi, en Amiratos Árabes, sede del próximo Mundial de Clubes, es otra alternativa como sede.
Nota entregada por el Presidente de la CONMEBOL a los presidentes de los clubes River Plate y Boca Juniors en la reunión del martes 27 en la sede la de CONMEBOL, en Paraguay. pic.twitter.com/qNBYTRZXx6— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) November 27, 2018