El atacante fue encontrado en un hotel de Belgrado junto a una veintena de personas, con las cuales habría estado bebiendo, según informó la agencia Tanjug.
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Por lo anterior, el futbolista fue condenado por la Justicia de Serbia a tres meses de arresto domiciliario.
El gobierno de dicho país había decretado la medida para evitar acciones como la del atacante, ya que la junta superó con creces las reuniones autorizadas, que sólo pueden alcanzar un máximo de cinco personas en espacios cerrados.