Los países centroamericanos abrieron sus fronteras para los turistas internacionales y así poder a reactivar su economía, ya que ambos países se nutren principalmente del turismo y la pandemia ha provocado importanes pérdidas para el sector.
Este miércoles Cuba y República Dominicana reabrieron sus fronteras al turismo internacional debido a la baja cantidad de contagios de coronavirus en ambas islas centroamericanas.
El gobierno de Cuba se vio en la obligación de cerrar sus fronteras en marzo producto de la pandemia pero ya este miércoles 1 de julio, decidió abrir sus puertas a todos los turistas internacionales que decidan ir a la isla.
Lee también: Exiliados del coronavirus: Más de 70 personas intentan desesperadamente regresar a Chile desde CubaVarios hoteles están en funcionamiento al igual que las instalaciones, pero hay que tener en consideración que no toda la isla puede ser visitada. Solamente las islas en alta mar que el gobierno desarrolló para los turistas pero está prohibido visitar la capital, La Habana, ya que es el foco de contagio más grande que tiene la isla.
Cada turista que aterrice, deberá someterse al test PCR para comprobar que está libre de Covid-19 y solo ahí, podrá hacer ingreso a la isla. Cuando este arroje negativo, los viajeros serán llevados en un bus vigilado para que solo bajen de él una vez que lleguen y así no propagar el virus.Hasta la fecha, Cuba registra 2.348 infectados y 86 muertes en lo que va de pandemia, según lo que registran las autoridades de salud cubanas.
Lee también: Perú da termino a cuarentena nacional y pasará a una “focalizada”De hecho, el mismo 1 de julio aterrizó en la isla el primer vuelo tras abrir las fronteras proveniente de Nueva York, con 99 pasajeros. Todos fueron recibidos con música propia de la región y un arco de agua como bienvenida.
Pero las medidas son estrictas. Los hoteles que tengan más de 500 habitaciones están limitados a un 30% de la ocupación para julio. En agosto será un 50% y a partir de diciembre, será del 75%. El uso de mascarillas será obligatorio pero se deja la opción de que los adultos puedan quitársela en las playas, no así los niños.
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