El aislamiento ha hecho que algunos chats familiares estén más activos que nunca. Sin embargo, también se han vuelto, en algunos casos, un semillero de fake news. Acá algunas recomendaciones para poder hacerles frente.
Si bien la pandemia de coronavirus ha aislado a familiares y amigos dentro de sus hogares, en muchos casos incrementó la comunicación en línea o por teléfono. Algunos chats familiares nunca habían estado tan activos.
Si bien esto nos sirve para saber cómo esta el resto de las personas de nuestro círculo, en algunos casos, familiares y amigos, comparten información que no es del todo correcta o derechamente falsa -sin intención, por supuesto-, ya sea un dato científico impreciso, rumores sobre el cierre de comunas o las teorías de conspiración sobre los orígenes del COVID-19.
Y aunque cualquier tipo de desinformación no es para nada ideal, la información errónea relacionada con una crisis de salud pública tiene un elemento especialmente peligroso.
2. I spent an hour speaking to a dear friend who was getting her Coronavirus updates from Facebook, including a doctor whose YouTube intervention I caught a snippet of. He was stressing that 2/3rds of people with the virus who are in hospitals near 5G towers are dying.— Rukmini Callimachi (@rcallimachi) March 22, 2020
De hecho, la mala información durante una emergencia de salud pública representa un riesgo para quienes son víctimas de ella. Por lo tanto, es probable que tengas el impulso y sientas la responsabilidad de corregirlo.
Lee también: Así es el imperdible documental sobre las fake news que HBO estrenará este domingoPero puede ser increíblemente incómodo rectificar la información errónea o desacreditar las teorías de conspiración cuando la comparte un pariente o un buen amigo. Entonces, ¿cuál es el mejor enfoque para hacerlo? Algunos expertos dan sus consejos.
Antes de tomar cualquier medida, es importante recordar que la mayoría de las personas no tiene la intención de compartir información incorrecta. De hecho, la mayoría de la gente quiere hacer exactamente lo contrario.
Según el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) David Rand, quien estudia la desinformación, “la investigación sugiere que las personas realmente solo quieren compartir información precisa. Los integrantes en la cadena de tu grupo familiar, la mayoría de los usuarios de redes sociales, solo quieren compartir cosas que son precisas”.
Entonces, ¿por qué las personas comparten mala información? Puede que no conozcan algo mejor, y el tipo de contenido que circula durante una emergencia de salud podría hacerlos menos prudentes. Rand dice: “Hay evidencia de que un contenido más emocional hace que las personas sean menos exigentes. En particular, cuando las personas confían en la intuición y la emoción son más susceptibles a creer afirmaciones falsas. Las declaraciones que dan miedo, por ejemplo, hacen que las personas sean menos propensas a detenerse y pensar en ello”.
“El primer paso es tener un sentido de empatía”, dijo el periodista de BuzzFeed Craig Silverman, quien ha informado sobre noticias falsas durante años. Silverman señaló que las personas comparten información porque les importa y están tratando de ayudar o sienten que son parte de una conversación más amplia. “La gente, especialmente familiares y amigos en los chats grupales”, señaló, “no están tratando de ser maliciosos”.
Lee también: Quiénes, cuánto y cuándo: Todo lo que necesitas saber para cobrar el Bono COVID-19Emily Vraga, profesora de la Universidad de Minnesota que estudia la desinformación sobre la salud, comentó que las investigaciones que realizó indican que una corrección objetiva y contundente es “igual de efectiva” que aquella en la que la persona adopta un enfoque más empático. “Así que creo que usar ese tono de empatía afirmativa es mejor porque la corrección sirve y no hace que se sienta maltratada”, dijo.
Otro punto a tener en cuenta es la fuente que utilizas para corregir la información errónea. Por ejemplo, tu tío que apoya a Trump podría estar menos inclinado a creer en los medios que él percibe como críticos hacia el presidente. “Si proviene de un medio de noticias que no les gusta, no van a responder bien”, destacó Silverman, sugiriendo que la gente puede considerar citar fuentes como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Debido a que algunas personas pueden ser escépticas incluso frente al gobierno, Vraga recomendó citar fuentes locales. Eso podría incluir el departamento de salud del estado o de la ciudad, o los medios de comunicación locales que podrían parecer más creíbles para la persona con la que estás tratando de comunicarte.
Rand señaló que la investigación revela que las personas “son más receptivas a las correcciones que provienen de sus amigos y familiares en comparación con las personas desconocidas”. Dicho esto, explicó que “querrás usar un lenguaje que comunique que estás tratando de ser útil” y no llevando confrontación.
Silverman sugirió que si tienes un familiar o amigo que ha compartido mala información, podría ser mejor comunicarse en privado. “Quizás le puedes enviar un mensaje y decirle: ‘Oye, me di cuenta de que acabas de publicar esto. He visto alguna información que parece contradecir esto’. Piensa en cómo puedes tomarlo uno a uno de manera personal y proporcionarles información de una fuente en la que puedan confiar”.
Rand enfatizó en que su investigación indicó que “cuando las personas se detienen y piensan sobre las cosas, en realidad son muy buenas para determinar lo que es verdad y lo que no, pero no en términos de lo que comparten”. Rand agregó: “Si sólo empujas a que la gente piense un poco más sobre la precisión, puedes tener un impacto real”.
Lee también: Trabajan 11 horas diarias: Sastres de la Armada de Chile confeccionan mascarillasEl punto de Rand es que puede ser beneficioso concentrarse en ayudar a tomar medidas preventivas, en lugar de tratar repetidamente con la desacreditación. Lo llamó “pre-bunking”. Entonces, ¿cómo lo haces? “Encuentra información verdadera”, aconsejó Rand. “Después dices, ‘Oye, encontré esto de la Organización Mundial de la Salud. ¿Qué piensas?’ Y luego la gente lo leerá y les hará pensar en lo acertado y las fuentes”.
Una cosa en la que todos estuvieron de acuerdo: tienes la responsabilidad de ayudar a corregir la mala información. “Cuando la desinformación puede perjudicar literalmente la salud de las personas, creo que todos tenemos una responsabilidad”, señaló Silverman. “No quieres que la gente haga cosas que son malas para ellos o dañinas para la sociedad”, agregó Rand.
Y Vraga reconoció que no siempre es fácil corregir a familiares o amigos cercanos. “Estas son relaciones que nos importan, personas cuya buena opinión queremos mantener”, expresó Vraga. Pero dijo: “Es una forma de cuidarse el uno al otro, y puede ser incómodo en este momento, pero con suerte a largo plazo estás haciendo más bien que mal”.