La compra de un auto usado no solamente implica llegar a un acuerdo económico con el vendedor, sino que también ocuparse de que el vehículo sea transferido a nombre del nuevo dueño en el Servicio de Registro Civil e Identificación. De hecho, el no realizar este importante trámite podría implicar graves consecuencias tras siniestros, incluso cuando el propietario legal no sea el responsable.