En pleno Río Mapocho fue sorprendido un coipo, un roedor protegido y calificado como el más grande de Chile. A pesar de que vive en gran parte del país, verlo se hacía cada vez más complejo por la desaparición de humedales que suelen ser su hábitad. Hoy su presencia, para expertos, es un buen indicador del ecosistema en recuperación del principal caudal de Santiago. "Es un roedor relativamente grande y, por lo tanto, requiere de mucha vegetación para alimentarse. No es que requiera unos pastitos como un roedor chiquitito, por lo tanto significa que el ecosistema se está recuperando", señala Agustín Iriarte, experto en animales chilenos.