Científicos israelíes lograron crear el primer corazón vivo hecho en base a una impresión 3D. Los expertos lograron generarlo en base a tejido humano y la combinación de dos tipos de células: cardíacas y endoteliales. El corazón impreso es equivalente al tamaño de una cereza o al de un conejo, tardó cuatro horas en imprimirse y cerca de un mes en finalizar su molde cromático. Se trata de un innovador método de creación y su relevancia radica en que abre la posibilidad a que en un futuro humanos podrían recibir trasplantes de órganos en base a estos modelos. Esto ya que según la OMS, solo en 2016, 17.9 millones de personas murieron producto de enfermedades cardíacas, la mayoría debido a un ataque o derrame cerebral. La primera meta es poder generar un parche para regenerar el tejido dañado en 10 años y, en el largo plazo, efectivamente imprimir órganos en 50 años.