La llegada de nuevos buses del Transantiago completamente eléctricos no solo significa un cambio en el sistema de transporte público, sino que una oportunidad de transformar la manera en que nos movilizamos. Este tipo de tecnología podría reducir el gasto energético del país en más de US$3.300 millones anuales, además de que estos vehículos no emiten contaminación. Además, en el país existen iniciativas de conversión de los vehículos clásicos, quienes destacan su economía, ya que con apenas $1.600 se pueden recorrer cerca de 60 kms. Por otra parte, en las calles de Santiago ya son una realidad los servicios de delivery en autos y bicicletas eléctricas, mientras que patrocinadores de la fórmula E hoy trabajan en la infraestructura para la carga rápida de baterías para estos vehículos.