Según un registro de cazanoticias, el motociclista habría tenido una discusión con su pareja en la calle, lo cual fue observado por testigos que decidieron salir en defensa de la joven. Sin embargo, el hecho terminó con el individuo usando un cuchillo y un locatario utilizando un bate, situaciones que pueden ser abordadas desde un punto de vista psicológico.
Golpes con carteles, un bate de béisbol e incluso un arma blanca, son parte del registro que fue enviado por una cazanoticias a CHV Noticias y que ocurrió durante la tarde del pasado martes, a eso de las 14:00 horas, en la intersección de Macul con Camilo Ortúzar, comuna de Macul.
Se trata de una violenta pelea cuyo origen aún no está esclarecido. Pero, según lo que se puede apreciar en las imágenes, y de acuerdo con el relato de la cazanoticias, todo habría sido ocasionado por un motorista, quien que agredió físicamente a una mujer, y que sería su presunta pareja.
Ante esta situación, testigos del hecho se acercaron al individuo, generándose un cruce de palabras que dio paso a un primer enfrentamiento entre golpes. Esto involucró al propio motociclista y a otros cuatro sujetos, con al menos tres personas más presentes.
Posteriormente, una vez que los defensores de la supuesta víctima regresaron a los locales de los cuales habrían salido, el motorista sacó un arma blanca de entre sus pertenencias y corrió hacia ellos. Inclusive entró a un recinto y lanzó una serie de golpes en contra de alguien.
La situación no quedó ahí, ya que el grupo de hombres volvió a arremeter contra este individuo. Uno alzó un cartel para golpearlo en la espalda, mientras que otro utilizó un bate de béisbol con el que lo impactó en su cabeza, logrando incluso romper el casco que éste portaba.
Daniel Sánchez, psicólogo y doctor en Educación de la Universidad Central, analizó no solo los factores detrás de este enfrentamiento, sino que la recurrencia de los hechos violentos que se han hecho presentes en las calles durante los últimos meses. Un fenómeno que, según explicó, se debe mayormente a una desregulación emocional vinculada a la pandemia.
"Esto obedece indudablemente al efecto que tenemos todavía de la pandemia y que vamos a seguir teniendo los próximos 15 años, que tiene como resultado la desregulación emocional. Las personas no tienen capacidad de autocontrolarse y, cuando esto se pierde, reaccionamos de manera violenta porque estamos aburridos de que nos pasen a llevar", señaló a CHV Noticias.
"Luego tenemos un montón de información de robos, asesinatos y sicariatos. No confiamos en nuestras instituciones o que Carabineros va a llegar a la hora (...) entonces hago lo que me parece más correcto, estando desregulado, y que es la posibilidad de ejercer la ley por mis propias manos", continuó el investigador.
Continuando con esta línea, hay otro elemento que se suma al momento de reflexionar sobre el aumento de la violencia, y se relaciona con el fin de año. De acuerdo con Sánchez, "el estrés acumulado está al galope. El estrés lo podemos definir como cuando estiramos un elástico y quedamos a un milímetro de que se corte... hay gente que vive así, vive en ese límite todo el día, y que ante cualquier estímulo, estalla".
"Lamentablemente, podemos agregar, que por ejemplo no hemos educado emocionalmente a nuestra sociedad, nunca. Entonces las personas, por el coronavirus, nos enfrentamos a un montón de emociones que no conocíamos. Esto del encierro fue terrible, era como estar preso, y empezaron a pasar emociones que no conocemos y entonces reaccionamos como creemos que debemos reaccionar", expuso.
Un caso es la rabia, emoción que "no sabemos canalizar porque en nuestra sociedad judeo-cristiana entendemos que ésta se responde con más rabia", pero en realidad "la única manera de solucionar nuestros conflictos es a través del diálogo".
Al ser consultado respecto de la posible vinculación entre este nivel de violencia desatado y su origen, el cual se presume estaba enmarcado en la violencia de género, el psicólogo planteó un ejemplo público: La presunta anulación del juicio contra Martín Pradenas.
"Como la gente no confía en las instituciones y como la ley va a soltar a este violador, yo no voy a permitir que esto vuelva a pasar. No hablo de Pradenas en particular, sino que otra vez más la justicia, otra vez más la mujer. Y surgen preguntas como, ¿y si fuera tu hija o si fuera tu hermana?".
"Es súper entendible a nivel psicológico, más no justificable -desde ningún punto de vista- es que esto está ocurriendo por alguna razón. Hemos tenido un año intenso, del terror, la gente está súper estresada y colapsada, y recién nos abrimos al mundo y nos damos cuenta que sigue pasando lo mismo", añadió.
"Estamos como en el ejemplo del elástico, justo en la punta o al límite", sentenció Sánchez.