Durante esta semana, la PDI detuvo a 13 personas que participaban de una banda dedicada al robo y venta de vehículos de transportes. Los delincuentes forman parte de un clan familiar donde dos de sus integrantes operaban desde la cárcel. El resto se distribuía las labores asociadas, transacciones realizadas principalmente en Chillán. Hasta el momento, la defraudación por el robo de los camiones se estima en $80 millones. Los antisociales ofertaban los vehículos desde la cárcel y engañaban a los compradores diciendo que estaban en prenda. Serán formalizados por los delitos de asociación ilícita, receptación, falsificación y lavado de activos, entre otros.