En pleno centro de Santiago, precisamente en calle Carmen, la PDI allanó una desarmaduría ilegal de autos robados. Pero no solo eso, ya que este recinto también era utilizado para llevar a cabo secuestros. Tras una denuncia del municipio en mayo, este inmueble iba a ser entregado a una junta de vecinos para ser utilizado como sede. En ese contexto, y luego de meses de investigación, la policía llegó al domicilio y se percató además que el lugar era subarrendado a familias con contratos fraudulentos. Estos hechos aún son materia de investigación, ya que en el procedimiento no se logró la detención de la banda delictual que estaría detrás de los secuestros.