Una investigación acuciosa entre Carabineros y la Fiscalía Metropolitana Sur permitió desbaratar una desarmaduría ilegal en San Miguel, taller al que llegaban vehículos que habrían sido robados horas antes en portonazos y encerronas. Lo llamativo es que ésta era presuntamente liderada por un abogado de 43 años que no tendría antecedentes penales y que ahora fue detenido.