Se fueron bailando tras cometer un violento robo en Quilicura y por el que apuñalaron a una persona. Eran las 4 de la madrugada y el matrimonio despertó recibiendo golpes y patadas, sufriendo el hurto de su vehículo y otras especies. Pero el calvario no terminó: Hablaron con uno de sus hijos que vive en Providencia y, cuando llegaba a la casa de sus padres, se encontró con los mismos delincuentes y casi fue víctima de una encerrona.