Una violenta pelea se produjo al interior de la unidad de urgencia del Hospital de Chillán, tras la agresión sufrida por el personal del recinto asistencial. Todo empezó por la molestia de los familiares de una paciente que esperaba para ser atendida. Una mujer solicitó una ambulancia para su hija que nunca llegó, por lo que acudieron al recinto de salud por sus propios medios. Se quedaron en la sala de espera, pero no fueron consideradas prioridad, ya que los primeros en la fila eran pacientes sospechosos de COVID-19. Tal fue el revuelo que tres hombres ingresaron a golpear al personal con puños y sillas. Tras la agresión fueron detenidos y citados a declarar ante la justicia. Además, deberán enfrentar una querella del Servicio de Salud de Ñuble. "Esta es una situación que no es primera vez que se da hacia los funcionarios de salud", lamenta Yasna Saldías, dirigente nacional de Conafutech.