En prisión preventiva quedó el acusado de apuñalar a un joven en una romería que se dirigía al Cementerio General. El abogado de la víctima aseguró que el presunto autor se había identificado como contramarcha, y que no tenía ningún motivo para atacar a este manifestante, por lo que podría ser calificado como un crimen de odio. Su familia dice que nunca participaba en marchas: "A él lo asaltaron, a él le pegaron, le robaron sus pertenencias".