Marcaban a sus víctimas en casas de cambio y sucursales bancarias. Los seguían, incluso por varias comunas hasta lograr arrebatarles todo el dinero; algunas veces con extrema violencia. Para ello tenían roles definidos y hasta compartían integrantes con otras bandas. Se trata de "Las Pirañas de Trujillo", un grupo delictual, compuesto sólo por ciudadanos peruanos, los que sembraron el terror en el sector oriente de la capital.