De acuerdo al último conteo entregado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los casos en todo el continente, incluyendo a América del Norte, Central y del Sur, han llegado a los 1,74 millones. De este modo, ha sobrepasado los 1,73 millones de Europa.
América se convirtió hoy en el foco infeccioso más grave de la pandemia de coronavirus, al superar en número de casos a Europa, que durante dos largos meses fue el epicentro de esta crisis y ahora arrastra sus consecuencias, que son imprevisibles en un continente peor preparado.
El último recuento de casos globales y por regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que los casos en América han llegado a los 1,74 millones, tras la aceleración de contagios de las últimas semanas, y ha sobrepasado los 1,73 millones de Europa, donde la transmisión del nuevo coronavirus se ha ralentizado claramente.
"América va definitivamente por delante en la pandemia por el número de casos y hay muchas muertes que están ocurriendo", comentó al respecto una de las portavoces de la OMS, Margaret Harris.
Sobre las razones de esta evolución tan negativa y lo que se hizo mal, Harris dijo que son preguntas que surgen una y otra vez y que no habrá respuestas claras mientras "no tengamos tiempo de analizar lo que se hizo bien".
Lee también: United Airlines dijo que intentaría mantener los asientos intermedios vacíos, pero una foto muestra lo contrarioAmérica está experimentando en estos momentos lo que a partir de la segunda mitad de marzo y en abril vivieron varios países de Europa occidental, en particular Italia, España, Francia, Alemania y el Reino Unido, con una progresión exponencial de contagios.
El último reporte sobre la situación mundial de la OMS revela que el último aumento diario de casos en América llegó a 47.000, mientras que en toda Europa -incluyendo a Rusia que experimenta un brote muy fuerte de coronavirus- fueron 23.000 contagiados.
La brecha entre ambos continentes es aún más marcada en términos de mortalidad, con un aumento diario de decesos en América que triplica el de Europa.
A diario aparecen nuevas informaciones que hacen difícil establecer en qué período exactamente el virus salió de China, aunque el primer caso oficial fuera de ese país se detectó en Corea del Sur a mediados de enero y se cree que debe hacer sido alrededor de la misma época cuando cruzó el Atlántico.
Lee también: La mujer más longeva de España supera el COVID-19 a los 113 añosEl primer caso de coronavirus en Estados Unidos se confirmó el 20 de enero y más de un mes después, el 26 de febrero, se informó del hallazgo del primero en Brasil.
Ambos son los países más afectados del continente y la mayor coincidencia entre ellos es que sus presidentes en persona minimizaron la gravedad del coronavirus y evitaron tomar medidas severas hasta que el patógeno ya estaba muy extendido en sus territorios.
"Muchos países no tenían la experiencia de lo que podía significar una enfermedad infecciosa para la sociedad, de que podía paralizar las actividades (económicas) y matar a tanta gente", opinó Harris.
Lee también: Rusia supera a Reino Unido e Italia y se convierte en el tercer país con mayor número de casos de COVID-19Al pasar revista a lo ocurrido en los últimos meses, la OMS también ha llegado a la conclusión de que las advertencias que emitió al principio de la crisis no fueron escuchadas como debió haber sido.
"La gente se concentró en la información que decía que el 80% de la gente se recuperaba bien y no necesitaba hospitalización" sostuvo la portavoz.
"En ese momento no hubo consciencia de que el 20% restante -que representaba los casos severos y críticos- "es una cantidad gigante y que si no eran tratados, una buena parte de ellos iban a morir", añadió.
"Parece que esta información no fue asumida como se debía en muchos países y en algunos casos se debió a que no tenían un recuerdo o experiencia real de un evento de este tipo", agregó Harris.
Lee también: Mike Pence no hará cuarentena pese a que su secretaria dio positivo por COVID-19La pandemia empezó a ser una realidad en el continente americano a principios de abril, para cuando todos los países y territorios que lo componen tenían ya al menos un caso confirmado.
Ahora el epicentro está en Estados Unidos, donde han ocurrido 80.000 muertes por COVID-19 de las 101.000 registradas en el continente desde enero.
En esta estadística, Europa registra 156.000 vidas perdida por esa enfermedad, para la que no existe todavía cura ni vacuna, aunque cientos de investigaciones y experimentos en numerosos países intentan dar con ellos.
Además de Estados Unidos, la pandemia se ha propagado en Sudamérica, donde el foco principal es Perú (más de 65.000 casos), a pesar de que allí el gobierno tomó medidas preventivas muy pronto y el país lleva 58 días en cuarentena.
México, que tiene más de 33.000 casos, también inquieta por la elevada letalidad del virus, estimada en un 10 %.