Después de ver por mucho tiempo el Río Mapocho casi completamente seco, ahora no solo se ve con más agua sino que volvió a ser de cierta forma navegable. Esto, porque un grupo de kayakistas decidió aventurarse y descender desde la altura de La Concepción. "Con esto esperamos próximamente hacer algo más masivo, que las autoridades nos acompañen y ayuden, porque es un oasis dentro de la ciudad que nos estamos perdiendo", dice Joaquín Moure, presidente de la Fundación Mapocho Vivo, impulsor de la iniciativa.